No hay una fórmula mágica que te diga cuanto cobrar, pero sí hay formas de llegar a un monto mínimo sin mucho esfuerzo.
En este post te daré 3 formas de llegar a tu tarifa mínima.
Método 1: En base a tus costos
Para hacer esto, tienes que calcular todos tus gastos, ver cuánto quieres trabajar, cuánto quieres ganar, tus impuestos, tu jubilación, etc.
Con todos estos números en mano, ya puedes ver cuánto es lo mínimo que debes cobrar para así cubrir tus gastos, tus vacaciones y tu estilo de vida.
Hay algunas calculadoras que te ayudan a obtener el número, como por ejemplo la [“calculadora freelance de Laura”]((http://calculadorafreelance.com/).
¡Listo! Luego de eso, ya tendrás un monto, basado en tus gastos.
Método 2: Técnica del perezoso
Cuando tengas un nuevo proyecto, piensa en esto: “POR ESTE PROYECTO, NUNCA COBRARÍA MENOS DE $X”.
Ese $X es tu tarifa mínima.
Si no cobras por proyecto, no te preocupes. También funciona para otros tipos de cobros, como por ejemplo, para horas: “ni loco cobro menos de $X la hora”.
Esta es una forma fácil de llegar a una tarifa mínima, te ahorras calcular todos tus gastos, y cobras un monto que para ti parece justo.
Método 3: En base a lo que ganas (o podrías estar ganando)
Si ya estás recibiendo dinero por tu trabajo, entonces tienes un buen punto de partida. Calcula cuánto ganas por hora, y multiplícalo por 1.5
¿Por qué multiplicar por 1.5? Lo que la empresa paga por tu trabajo no es exactamente igual a lo que recibes. Así que multiplicamos por ese número para estimar cuánto realmente paga la empresa por tenerte como empleado.
Por ejemplo, si ganas 2.000 dólares al mes (500 a la semana) y trabajas 40 horas a la semana, el cálculo es 500 * 1.5 / 40 = 18.75
. Entonces puedes cobrar 18.75 dólares por hora de trabajo.
¿Cuál de estos métodos es mejor?
El mejor método es el que te resulta más fácil y cómodo. Recuerda que estás haciendo estos cálculos para saber lo mínimo que deberías cobrar, el cual es un monto personal.
Si ninguno de estos métodos te convence, pues utiliza 20 dólares la hora. Yo te doy permiso. Si encuentras mucho, bájale a uno que sí te sientas bien. Si encuentras muy poco, bueno súbele.
Lo importante del ejercicio es tener un punto de partida y no detenerse por sobre-analizar tu tarifa.
Mi elección: el método 2. Creo que es más fácil que el resto, y de cierta forma incluye los otros métodos. Es raro que pienses en un monto que esté muy por debajo de lo que ganas y de tus costos.